En el circo de Gredos, antes de bajar al refugio Elola.
Diez días de soledad.
No hay nada más lejos de mi que la pared solitaria de una montaña, yo no soy un escalador ni nada que se le parezca, pero admiro las cumbres y a los que las suben. Yo no me siento capacitado, pero desde hace tiempo la atracción que despierta en mi el montañismo es tan patradójica como el miedo que me produce aventurarme en la alta montaña.
Hace tiempo que convivo con un recuerdo. Ya han pasado meses. No se porqué casi todas las noches antes de dormir, siempre me aborda un pensamiento vago, una presencia, un recuerdo, aunque se trata de una presencia reconfortante, me acuerdo de Oscar Pérez. Si…, no te acuerdas de él ?
Fue este verano pasado, antes de las lluvias, Oscar estuvo diez días esperando un rescate imposible en una pared del Latok II, a 6200 metros de altura, en la cordillera del Karakorum, en Pakistan. Tras un accidente en el descenso quedó malherido y por más que se intentó no pudieron recatarlo. No me imagino el dolor y la impotencia que sufrirá su inseparable compañero Alvaro Novelló, recordando sus últimas palabras y diciéndole que volvería a rescatarle.
En la oscuridad de la noche, cuando estás solo con tus pensamientos intentando dormir, me reclama su presencia, no, no pienso en su sufrimiento, en sus días de esperas en su absoluta soledad, en su desesperanza y angustia, me llega como un soplo de brisa, me trae paz, nos saludamos y nos despedimos. Me hubiera encantado conocerle.
A muchos la montaña les parecerá una de las formas más estúpidas de morir, a veces escuchas, para qué vas alli ?, no hubieras subido... yo creo que ven la vida desde otra dimensión que los demás mortales no llegamos ni a imaginar, ciertas personas necesitan vivir al límite, dan sentido a sus vidas a través de la superación de retos que se nos hacen muy difícil de entender.
Oscar pertenecía a esa élite de escaladores españoles que practican este deporte de alto nivel y de los que me siento orgulloso, a los que admiro, y en lo más profundo los envidio, ya que en el fondo envidio el valor y el coraje con el que Dios les ha bendecido , Oscar está más vivo que la mayoría de nosotros, se fue haciendo lo que quería, lo que amaba, en paz, sin explicaciones porque si, porque la montaña es así, si en altura te partes un tobillo puedes estar sentenciado, pero lo sabes y lo asumes.
Quería hablar de él en el pozo, sin conocerlo nos hicimos amigos, sin ver su cara, me lo imagino hablándome desde la pared, ya ha pasado tiempo y aún por las noches me despido de él y le digo en un susurro, hasta mañana, Oscar.
Cuando le guntaron a Hillary porqué subía montañas (el Everest), respondió : “porque está ahí”.
Al igual que Oscar cientos de montañeros se quedaron en el camino. Por todos ellos siento el más profundo respeto y admiración. De entre todos recuerdo a Andrew Irvine, dando un salto brutal en el tiempo , hasta 1924, siempre me acuerdo de este chava pionero. El no era el maestro,no era el más capacitado, no poseía el historial de sus compañeros. El no era quien estaba llamado a esa ascensión, tuvo que hacer de lazarillo casi por accidente. Pero pudo ser el primero en llegar a la cumbre del Everest, 29 años antes de la ascensión oficial. Se quedaron a unos metros, quién sabe si no hicieron cumbre, las pruebas dicen que no, pero podría ser que sí, y yo creo que habría sido Irvine el primero, no por su experiencia, si por su juventud, y que Mallory desde unos metros más abajo le daría con la mano loco de la alegría. No se porqué los recuerdo con especial cariño , Andrew Irvine y George Mallory (siempre nombran primero a Mallory y es quien siempre aparecerá a los ojos de la historia), los dos desaparecieron al descender, de noche (las gafas de sol las llevaban en el bolsillo), solo hace unos años encontraron a Mallory, y ahora por fotografías pueden haber encontrado a Andrew 80 metros por debajo de donde apareció su piolet, pero esta es otra historia…no se ha encontrado su cámara, a Mallory le falta la foto de su mujer que querría haber dejado en la cumbre, llegaron ? Quizás me lo cuente Oscar , alguna noche.
Oscar Pérez.
Óscar Pérez nació en Jaca (Aragón) el 4 de Octubre de 1976. Escalador desde los 16 años, se le considera experto en todas las modalidades de alpinismo (roca, hielo y artificial).
En 2006, junto con su compañero de cordada Álvaro Novellón, logró el premio ‘Piolet de Oro’ otorgado por la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) a la mejor Actividad en el Himalaya, al escalar la montaña Latok III (6,949 m), utilizando para ello la ruta japonesa en estilo alpino, aunque intentaron abrir una nueva vía, sin mucho éxito.
En esa misión permaneció 7 días colgado de una pared, y recibió numerosos elogios “por el mérito del logro y por su estilo alpino y limpio para salvar una enorme pared”.
Óscar Pérez, con un grado máximo en artificial A3, WI6 en hielo y 7a+ en roca, fue el precursor de las aperturas de “Condenados a Rabiar”, de 600 metros, en el Valle de Tena o de la India de Baral Karasta, de 1.000 metros, 6a+, en el Kullu Eiger, junto a varios miembros del Club de alpinismo ‘Peña Guara’.
Su compañero Álvaro Novellón, nivel máximo en roca de 7a, de A4 en artificial y de 5+ en hielo, ha realizado numerosas expediciones por toda la península, especialmente en el Alto Aragón. También estuvo en Pakistán en el 2003, en la ascensión al Malubting Central de 7.260 metros.
En el verano de 2004, Oscar, realizó la apertura de una ruta en la montaña Anké Asashe, situada en la cordillera pakistaní del Valle del Nangma.
El Latok I y el Latok II
El plan inicial que tenían estos dos alpinistas era entrar, por la puerta grande, en la historia del alpinismo mundial conquistando el Latok I por la cara norte. Quince expediciones intentaron sin éxito la coronación de una de las prueba más duras del mundo en la escalada vertical.
Sin embargo, tanto Óscar como Álvaro estaban convencidos de conseguir lo que nadie había hecho aún, a excepción de una expedición estadounidense que se quedó a 200 metros de la cima, de mirar orgullosos en la cúspide del Latok I el prodigioso y excepcional paisaje montañoso antes de iniciar su regreso al campamento base, pero al igual que los americanos les fallaron los ultimos metros y decidieron que no querían irse con las manos vacías.
Tras regresar a su refugio, descansaron un par de días y, tras estudiarlo, retomaron su objetivo de ingresar en la historia, pero esta vez con el Latok II, con las consecuencias ya conocidas. Las coordenadas de esta montaña son: N 35.92000 E 75.80250, y en este mapa pueden ver la ubicación exacta:
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"Esta noticia nos deja muy conmovidos pues, sinceramente, teníamos la esperanza de que podría ser rescatado y nos resistimos a aceptar esta dura realidad".
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• Diez días esperando en el Latok II
• Horas decisivas en el rescate de Óscar Pérez
• Una contrarreloj para salvar a Óscar
•_Necesitamos a Zapatero.
• ¡Un helicóptero para Óscar Pérez!
• La expedición de Peña Guara llega a casa triste, cansada y frustrada
• Óscar me pidió que le subiera tabaco y que tuviera cuidado.