jueves, 23 de octubre de 2008

Pia Holmlund , un hada en el camino.

Yo estaba recogiendo las migas de los bocatas que nos habíamos comido. Bocatas exquisitos de choped pork comprados en el DIA por Luisma, y que no sé porqué sospecho que no eran precisamente choped extra. Pero después de hacer en bici 30 Kms (creo) sabían a gloria, además los huérfanos bocadillos de pan de pistola iban acompañados de una lata de refresco, que gozada, una para cada uno, ¡ íbamos que chuta ! Sobre la mesa algunos periódicos. Me había quedado solo, mientras, Luisma, heroicamente volvía a desandar lo andado - en bici - para recoger el coche en Valdesalor y poder volver a casa.

El albergue estaba en silencio, solo se oían algunos pajarillos en la plaza y una quietud de cansancio. Eran los altos de una casita vieja pero acogedora en el centro del pueblo, junto al ayuntamiento, se accedía a ella por una escalera estrecha desde la plaza. Habíamos subido las bicis a cuestas no sin cierta dificultad. Yo echaba un vistazo a los periódicos y a las notas dejadas en el libro de visitas por los peregrinos, algunas buenísimas, no os podéis imaginar la cantidad de historias, aventuras y desventuras que envuelven al camino… de pronto escucho unos pasos que suben la escalera… yo espero… será la hospitalera?
No.
De pronto apareció ella, una mujer que me pareció alta y mágica , su pelo blanco como la arena del camino que habíamos dejado atrás, vestía de negro y sus ojos parecían un mar lleno de recuerdos, sin duda había sido y era una mujer muy hermosa, llena de majestad, como una dama élfica que llegada de Rivendel viniera a darme instrucciones secretas o alguna misión para salvar a los caminantes de algún terrible mal. Venía cansada, las piernas hinchadas de caminar. Traía una mochila que abultaba más que nuestras dos bicicletas juntas, pero la manejaba como una pluma, me quedé impresionado. Yo esperaba tras ella un regimiento de vikingos polvorientos al asalto del coqueto alberge pero los pasos de las botas en la escalera no rompieron el silencio. Seguíamos en silencio. Venia sola. Pero cómo, sola ? , Chacho, chacho, eso si que es peregrinar y no los algoritmos mentales que nos tenemos que montar nosotros para hacer una etapa- pensé.

Por un momento , y tras un breve “hola” y risitas cómplices que anunciaban que irremediablemente los dos no teníamos ni puñetera idea de cómo comunicarnos con fluidez, me di cuenta que no iba a ser nada fácil entablar una conversación. Comenzaba en ese momento mi cruenta lucha contra las hordas de la impotencia y la imposibilidad de comunicación con aquella dama que me pedía ayuda y a la que yo debía corresponder como un auténtico caballero en el medioevo. ¡ No fui capaz de articular una palabra coherente !

Yo de inglés pegao, y ella francés rien de rien, estupendo,… nada a reírnos se ha dicho! Eso si, reírnos, todo el rato, como se puede ser tan lelo, y yo le quería preguntar de todo, quién era, de dónde venía, desde donde comenzó el camino, en fin , lo normal para un peregrino.

- Hospitalewro ? No, yo no, yo peregri




now, hospitalerow ahí abajo, en plaza, en ayuntamiento …
- ok?ahh ? No albergwe ? (media vuelta)
- Si, si,si,si, !, si albergwe, pero yo no hospitalerow. Abajo en plaza,… dans la place,… office,…ven asomar ventana.
Yo acompañar.
- Yo Andrews
- I ´am Pia , Pia Holmund




(se pronuncia Pilla, no pia que es más feo, y además se pronuncia con una elle muy chula, vamos a lo sueco)
- England , no?
- Now, Sweden.
- (la primera) Chacho y que hace Sweden en Casar Cáceres, con calor que hace ya ?– le dije gritando ligeramente como se suele hacer en estos casos para que te entiendan mejor… que aquí hace mucho calor , ehh!
Pasa, pasa, esto es ayuntamiento, tienen un sello veri veri good, es muy bonito.

- Ah si, bonitow, bonitow.
- Todo esto es gratuito -Pilla me dijiste que te llamabas- aquí no se paga, y recuerda yo Andrews, como Julie Andrews.
- Ponle otro- le dije a la muchacha del ayuntamiento, que me ha dicho Luisma, - my brother-que es de los sellos más bonitos de los que se pueden encontrar en toda la Via de la Plata.

Y la hospitalera que casi rompe el asiento debido al ensanchamiento de su espalda, le estampó con tanta fuerza en la credencial otro sello que a Santiago se le veían las espinillas. Parecía que iba a echar a andar, …el santiño.

- Donde ir ? Vamos a dar vuelta por citi. –oye dejamos las llaves aquí o nos las llevamos, ah vale nos las llevamos … de acuerdo…es un sello muy bonito – hasta luego…

_Ten cuidao Pilla, que aquí van las motos a toda leche, no nada, cuidado, vamos ver pueblo…

Sonrisas.
- Where you began the way?
- Ehh?
- Caminow…donde…tú…empezar ?
- Ahhh, from Mérida ,
- Yes,yes, yo Mérida, cinco dias.
Sonrisas.
- No parle tu francais, por casualidad, trés peu.
- Tu no, Inglis?
- Muy poco-le hice gestos pegando los dedos.
- Where he is your brother?
- Si yo brothers, seis brothers- como no sabia en ese momento como se decia seis en inglés me puse a contar para mi en inglés-guan-chu-fri…y perdí el hilo de la conversación tan fluida que llevábamos por aquella acera estrecha.
Sonrisas.

En una cosa estábamos los dos de acuerdo, bar, tapa, cervezaw.





Mientras andábamos por la acera me puse a pensar , ¿Cómo le explico a una sueca que habla menos español que un ornitorrinco mudo, que my brother Luisma ha regresado en bici al punto de partida ( Valdesalor ) para recoger el coche, que nosotros no somos peregrinos normales, somos de fin de semana, de Sábados y una velita a San Antonio, que vamos etapa por etapa, como se dice etapa en inglés ?

Así seguimos caminando, por una calle larga y estrecha hacia la entrada del pueblo, donde había una especie de mercadillo y donde por supuesto habíamos visto unos cuantos bares al pasar.

Entramos en uno aparente y con aire moderno, ella desde el inicio me sugirió en un perfecto castellano “Tortilia”, ahh, tortilla con patatas, sartén, españa, yo le gesticulaba todo el rato.- No… tortilia francesa.- Yo pensé :debe ser algún tipo de dieta noruega o mejor dicho sueca, proteínica ovoláctea o yo que sé.
Con el paso de los minutos y ante su insistencia me percaté que ni dietas ni leches, que le volvía loca la tortilla francesa, y yo le dije, - tu no preocupar Pilla, yo te busco tortilla francesa !

Entramos en el bar y le expliqué a la camarera detalladamente la situación, no hizo falta hablar más. Yo caña, y a ella le vas a poner un –ella quería vino blanco- .. un Barbadillo … bien fresquito, que no falte de ná… ya verás qué bien barbadillo y tortilla.

Oye, pon algo de picar, no sé algo de por aquí, a si tienes chanfaina, que vaya comiendo algo que creo que trae hambre como si viniera andando desde Suecia.

Nos sentamos y fuimos entablando una conversación surrealista mezcla de indio sioux acompañados de gráficos en servilletas que parecía que estábamos jugando al lexiescribe. La tortilla se la comió tan deprisa que yo no tengo recuerdo ni constancia alguna de ella. Al final ya nos situamos y nos enterábamos de todo. A todo esto ayudó también el segundo barbadillo que habíamos pedido y mi segunda caña. Ya entrábamos hasta en detalles: - el pequeño mío tiene cinco meses , mira foto en móvil…dices que tu dos hijas ? – yo veraneo Huelva. Yo veraneo cerca de Upssala – en el quinto pino según comprobé después en el google earth.

Poco a poco fuimos entablando una conversación cada vez con más detalles, sobre nuestra familia, sobre el camino,… cuando nos dimos cuenta nos vimos envueltos en una situación de película italiana, poco a poco empezó a entrar gente más o menos bien vestida en aquél salón circular, más y más gente, poco a poco, …se trataba de una boda . El caso es que nos fueron arrinconando. Está ocupada la silla ? Y aquella gente vestida de ceremonia nos miraban raros, a mi vestido con maillot y a Pia que no hace falta que comente cómo llamaba la atención, - esa no es de aquí.

El tono de las conversaciones en el bar, al llenarse de gente, fue elevándose- como siempre pasa en España- hasta el nivel de GRITO y después al de ALARIDO colectivo, no nos escuchábamos, y Pia estaba como alucinada, riéndonos (no se si por el vino) y con gestos concluimos que había que salir de allí por piernas, casi nos asustamos, es como si te quedas dormido en una dehesa y te despiertas en medio de un rebaño donde no hay centímetro libre. No es un buen ejemplo, pero fue así. Pagué yo, por supuesto, hecho este que la escandalizó, faltaría más , amos tira so boba, le dije yo. Estoy seguro que me entendió por los gestos.

Seguimos hablando y paseando , a veces en su cara podía entrever a la hermosa niña que fue y otras a la mujer que había vivido, sufrido y querido mucho, y que ahora, que ya no tenía miedos, ahora que veía la vida desde lo más alto caminaba y caminaba día tras día no para encontrarse a sí misma sino para fundirse con el camino.

Ya teníamos una conversación multilingüe superfluida, ya que ella hablaba más castellano de lo que creía, y desde luego ese hecho fue el que nos salvó. Pude hacerle unas fotos, pese a su negativa. Prometí enviárselas , habíamos anotado nuestros respectivos correos en las servilletas del bar (aun las conservo).

Quedamos en que se la enviaría y así he hecho, con muchísimo retraso.

Por fin llegó Luisma, se la presenté y entablaron un conversación rápida , bastante más enriquecedora que la mía y nos tuvimos que despedir por la prisa que teníamos para llegar a Mérida. Irremediablemente y sin darme cuenta ya me estaba despidiendo de ella. Adiós Pia, que hagas un buen camino y por el retrovisor del coche la vi cómo nos daba con la mano mientras nos alejábamos. Yo me quedé un poco vacío.

Había sido un encuentro fugaz , una luz que desaparece, me llené de temor, sé que no volvería a verla, fue como la aparición de un ángel en medio del camino , y cuando vuelves la mirada ya no está…






Los días siguientes , ya en casa con mis hijos, con Mariangeles, me preguntaba ¿por donde irá Pia? La siguiente etapa es dura, hacerlo sola es una locura, una mujer sola, con el calor que ya empieza a hacer, y cuando vaya por Zamora, madre mía, le queda un mes …es una locura…yo creo que es muy mayor, aunque parece fuerte, tiene cara de niña…

Y pasaron más días y más días y de ven en cuando volvía a preguntarme, por donde irá Pia?,

Nunca más volví a saber de ella… sólo sé que tuve un encuentro con un hada en el camino…y desapareció…










...para un gigante.1949

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