lunes, 27 de octubre de 2008

Grace Bennett y los Caballeros de Santiago.


Grace Bennett nació hace 48 años en Nueva Zelanda, y reside en Australia. En 2008 emprendió un viaje inolvidable Hemos extraído parte de ese camino que recorrió en su peregrinación, sus anotaciones dan constancia de la aventura que la acompañó ,caminando por tierras tan lejanas donde decubrió la amistad de los que con ella se cruzaron , de sus encuentros y de la pasión que despertó en ella el camino.Todo lo que sigue lo cuenta en su blog:


http://www.travbuddy.com/travel-blogs/30699







Ídolo australiano, idilio español.
Villar de Barrio, España
11 de julio de 2008


Caminar es tan fácil: tan sólo es poner un pie tras otro. Al poco tus pasos han hecho 100 metros y 10 de éstos componen 1 kilómetro. Sin haberme dado cuenta, puedo haber caminado más de 800 kilómetros.
Cuando elegí peregrinar a pie por la Vía de la Plata desde Sevilla a Santiago (1000 kilómetros), llegué a pensar que estaba loca. Comenzaba el verano (más de 30º C todos los días) y mi conocimiento del español era muy limitado. Además esta ruta es una de las más difíciles de todos los Caminos de Santiago, porque las distancias entre los pueblos son enormes y el agua escasea.

Pero sentía una extraña y fuerte llamada española. Y aún sigo sintiendo un día tras otro la llamada de mis compañeros de Camino. Tengo la mochila más grande pero siempre voy por delante de todos. Otra razón importante para pensar que estoy loca es que voy sola y camino sola. Llegué a meditar mucho todo esto, pero hasta hoy no he sido consciente de lo singular que ha sido mi viaje.


Volviendo un par de días atrás, yo estaba entrando en Galicia, la tierra de la lluvia y las montañas. He pasado 3 días subiendo y bajando empinadas cuestas, sufriendo un frío congelador. Ayer por la mañana estuve caminando en medio de una nube. ¡Era el ser vivo más alto en muchas millas a la redonda! Eran las 6,50 y el sol estaba a punto de dibujar para mí una mañana de oro. Todo a mi alrededor se iluminó con tonos pastel: las colinas de rosa, de suave limón el horizonte, el cielo era azul celeste mientras vencía a los últimos despojos de color gris de la noche.

Me venía al pensamiento mi “idílica vida en la gran ciudad”, recordé lo fácil que es caer presa, en la red, de las necesidades que absurdamente nos creamos. Sin embargo en estos dos últimos meses he sido enormemente feliz, llevando una vida bien simple: sin televisión, ni periódicos, ni el interminable bombardeo de anuncios, ni 'reality'shows.
Escribo en primera persona, pues estoy a solas conmigo misma. Realmente es una suerte tener esta experiencia. Sé que no puedo vivir así siempre, pero voy a aprovechar todo lo que estoy aprendiendo, y espero que la lección no se me olvide para el resto de mi vida, cuando vuelva a la ciudad.

Hace dos días atravesaba un hermoso bosque, tan pronto como salí de la magnífica localidad de Lubián (una de mis pequeñas joyas favoritas). Todo era silencio, sólo se oía el suave pisar de mis botas en el suelo, y ocasionalmente el rechinar de mi mochila. De pronto dije: "PRECIOSO" (como se diría en español). Momentos como estos están más allá de las palabras. Quisiera trasladarte allí con tu mente y que pudieras sentir el rico olor del rocío de la mañana como yo lo hice. Me recordó los paseos en la selva alrededor del Lago Taupo en Nueva Zelanda, cuando era niña.

En medio del silencio oí que alguien suavemente espiaba mis movimientos desde el tronco de un árbol cercano. Me convertí en una estatua, que sólo movía los ojos, hasta que pude ver a la dulce criatura a tan sólo 5 metros de mí. Estaba en mitad el tronco y era del tamaño de una ardilla, pero era evidente que se trataba de algo muy distinto, pues llevaba franjas de oro en su pecho, tenía grandes orejas y ojos muy abultados, parecidos a un gato. Ambos nos saludamos con la señal internacional de los animales: '¡Soy tu amigo!'

Estuve unos instantes como absorta. Comenzó a retroceder lentamente por el árbol y yo esperaba que viniera a decirme ¡hola! Era del tamaño de un gato, pero no suponía ningún peligro para mí. Cuando aterrizó en la tierra, se encaramó sobre sus patas traseras, quieto, vacilando sobre diversas opciones. En un instante decidió que lo mejor era irse a su casa, al monte. Estaba tan absorta en este momento inolvidable que tuve que apartarme para que pudiera pasar. Fue un momento precioso.

Pasé el resto del día preguntándome con curiosidad qué animal sería. La respuesta llegaría a la noche. Me encontré con una encantadora familia que durante una semana hacen parte del Camino. Se trata de dos hermanos Javier, de Sevilla, y Luisma de Mérida. Con ellos está Javi, hijo de Javier, de diecinueve años de edad. ¡Qué gran fortuna para este joven formar parte de esta hermosa y amorosa familia. Ha sido un gran placer para mí pasar este tiempo cuidada por estas personas. Anoche cenamos juntos, y Javier buscó la extraña criatura en su Blackberry. Creo que he tenido un encuentro cercano con un “jineta”, una especie de gato escalador de los bosques. Él es mi reality show y será mi ídolo por un rato.

Hoy hemos caminado todos juntos en una etapa corta de 22 kilómetros, pero muy difícil por las subidas, con cuestas de las más empinadas que he subido hasta la fecha. A mitad de camino nos detuvimos en un pequeño pueblo con un solo bar, famoso por su trato amable con los peregrinos. Todas las paredes y el techo estaban cubiertos con vieiras (conchas), escritas por los peregrinos, con sus nombres y la fecha en que pasaron. Luis Sandes Fernández es el propietario y actualmente trabaja, él solo, construyendo un Algergue al otro lado de la calle. La energía en este pequeño bar es increíble. Sientes el amor nada más entrar. Es como llegar a casa de alguien conocido desde siempre, y para Luis es precisamente eso. Vive solo en este pueblo, con algunas personas mayores, para que los peregrinos sientan la emoción de llegar a la cumbre de su ascenso.

Su otro entretenimiento consiste en convertir unas maltrechas ruinas en una casa de dos plantas, frente al bar. Pone todo su empeño en la construcción de un nuevo albergue para los peregrinos que acaban agotados del ascenso, y que no pueden seguir. (¡El amor está en este hermoso pueblo llamado precisamente Albergueía!). El pueblo se alza en lo alto de una cadena montañosa desde donde se divisa toda Galicia y, desde luego, no es exagerado designar el lugar como idílico. Luis nos enseñó su obra, y puedo adivinar que será uno de los lugares únicos de los que hablarán los peregrinos durante mucho tiempo. ¡Me he ofrecido como hospitalera para el año próximo, durante un par de meses!

¿Cómo finalizar un día como este? Como la ocasión merecía, el almuerzo con la abuela Carmen fue el broche de oro. Esta maravillosa anciana vive en Villar de Barrio en un bar sin cartel ni nada, pero que es famoso por su excelente comida. Hoy comimos aquí. ¡Me voy antes de que me echen de la biblioteca desde donde escribo!






Los Caballeros de Santiago
Ourense, España
13 de julio de 2008

Me faltaba algo en este Camino, y aunque yo sabía lo que era, no lograba alcanzarlo. En mi anterior Camino (Francés en 2003), había encontrado preciosas iglesias abiertas hasta bien tarde, dado el gran número de peregrinos.

Cristiana, católica o nada, siempre había acogido bien las palabras dirigidas a los peregrinos, aunque fueran en español, y siempre las escuchaba como un mensaje personal. Acudía con cariño y devoción a las misas. En esta ocasión la diferencia para mí ha sido que las iglesias están en su mayoría cerradas excepto los fines de semana. Como hay tan pocos peregrinos en la Vía de la Plata, no hay misas especiales y, por tanto, esta experiencia espiritual se ha limitado a mi propia interpretación de acontecimientos especiales y aventuras personales.

El 9 de julio, todo esto cambió para mí cuando conocí a mis 'Caballeros de Santiago', mis amigos y protectores. Los tres miembros de una maravillosa familia española que están completando un tramo del Camino a pie. Tienen un complicado sistema para llevar su coche hasta los finales de etapa, y casi todos los días alguno debe coger un autobús para traer el coche. Me reuní con ellos en A Gudiña en un momento delicado para mí, en que había experimentando algunos problemas y la frustración en el camino. Sin entrar en detalles, yo estaba sufriendo propuestas inadecuadas y los Caballeros fueron capaces de resolver todo y de ofrecerme el espacio y la sensación de seguridad que necesitaba, una vez más.










Luisma (Luis María) es el mayor de seis hermanos, un hombre de gran inteligencia e integridad y el que más me agrada de los tres. Él tiene una nariz de aventurero, y si éstas no se presentan no pasa nada, la aventura va con él.
Javier es el siguiente hermano y un hombre maravilloso que acabó con mi sensación de miedo, y consiguió que me sintiese protegida. Él es un hombre que ama a su familia con todo su ser y habla de su hijo Javi con gran orgullo. Siguió mi respiración de cerca. Yo estaba feliz por poder compartir sus sentimientos personales conmigo, y aunque él no habla inglés, se aseguraba de que hubiese entendido la conversación que manteníamos.
El miembro más joven de la familia, Javi tiene 19 años y es el hijo mayor de Javier. En cierto sentido tiene una ingenuidad adorable, pero es una persona madura a pesar de sus años. Tiene la bondad y la sabiduría de un sabio y hemos tenido una bonita relación y compartido muchas risas juntos. Estoy segura de que con el tiempo tendremos una fuerte amistad. Me encantaría acogerle en Australia, caso de que decidiera viajar tan lejos. Mis tres 'Caballeros de Santiago' ocupan un lugar especial en mi corazón. Por eso estoy dedicando todo un blog para ellos. Quiero volver los pasos atrás desde el último blog para cubrir algunas lagunas y explicar cómo este vínculo se hizo tan fuerte en unos pocos días que compartimos juntos (como a menudo hace la vida en el Camino). En A Gudiña, todos compartimos un entrañable menú del peregrino: ¡nuestra primera cena juntos! Fue aquí cuando me di cuenta de lo adorables que son mis Caballeros. Ellos procuraban que participara en la conversación y que comprendiera lo que se estaba debatiendo. Javi practicaba su inglés conmigo (¡él es fantaaastic!), y yo practicaba mi castellano con él, en la medida de lo posible.
Me explicaron algunas costumbres y diversas cosas sobre Galicia que yo no conocía. Aprendí que el Ribeiro y el Albariño son vinos que antes, en algunas partes de Galicia, se servían en tazas de cerámica de color blanco. Para terminar nuestra cena brindamos con Orujo de Hierbas. ¡En esta maravillosa noche conocí a los Caballeros!
La siguiente noche también compartí la cena en el Albergue de Laza con quienes ya son mis entrañables amigos. Por la mañana ya me sentía su hermana, y preparé para ellos café y magdalenas para el desayuno, para afrontar los retos del nuevo día. La primera parada que hicimos fue en Algerguería, en la posada con el techo repleto de conchas con los nombres de los peregrinos. Allí los cuatro juntos dejamos nuestra vieira con nuestros nombres. Yo estaba un poco incómoda por inmiscuirme en la familia, pero ellos estaban felices de acoger a esta loca kiwi-australiana. En este momento se cimentó nuestra amistad.

Caminar con ellos durante todo el día, me permitió conversar con cada uno de los Caballeros individualmente, y llegué a conocer la personalidad y la fortaleza de esta gran familia. Me encantaría pertenecer a este clan y ser “como una mosca en la pared” durante las celebraciones de Navidad. ¡Habría tantas risas, canciones y buena comida! En Villar de Barrio, Luisma sabía de un lugar llamado cariñosamente 'Bar Carmen'. Él ya ha hecho varios Caminos (a pie y en bici) y en uno de ellos estuvo en este pequeño pueblo. Bar Carmen es un “restaurante” sin ninguna indicación. Desde el exterior parece una casa normal, pero una vez dentro sientes que has sido llevado de vuelta a los años 1950 en todos los sentidos. Hay algunas mesas rústicas de madera con patas de hierro forjado y sillas de ratán. Una pequeña barra de madera en la esquina se utiliza para almacenar vasos y botellas de diversas bebidas alcohólicas. Tan pronto como entras eres abrazado por Carmen, la abuela cuya casa es su bar y su hogar.
Ella se acordaba de la última visita de Luisma, y a partir de aquí se dedicó a asegurarse de que nos sintiéramos cómodos y en nuestra casa. Lo primero que hizo fue ponernos un bonito mantel viejo y desgastado (como los que solía tener Nana) de su ajuar, y en un santiamén nos puso delante un sabroso plato de queso y chorizo para calmar un poco nuestro apetito. Luisma, consciente de cómo me gusta el buen vino, pidió por favor que nos sirvieran el Riveiro frío y en tazas. Carmen tras rebuscar en la alacena volvió con cuatro limpios y pulidos cuencos de cerámica que con amor puso en nuestra mesa. Fue un momento precioso y degustamos los mejores vinos: ¡Fantaaastic! (Esto es para ti, Javi). La cocina de Carmen es un tónico para los cansados peregrinos y Caballeros por igual. Fuimos obsequiados con una bandeja de garbanzos y chorizo seguido de otra, aún más grande, de patatas cocidas al vapor, repollo y jugosos trozos de carne de ternera cocida lentamente. La horza de pan la comimos hasta la última miga. Después, al otro lado de la carretera se encontraba nuestro bonito y nuevo Albergue de Peregrinos, y allí continué tranquilamente mis quehaceres de peregrina blogera: lavado, internet, siesta…Por la noche debíamos decidir si cenar en el Albergue o regresar a la casa de Carmen. ¿Adivinan qué es lo que hicimos? ¿Hace falta explicar cómo estaba la deliciosa tortilla de patatas recién hecha y la jugosa y fresca ensalada?
El día siguiente era el último día de caminata para los Caballeros y también para mí (durante unos días que interrumpiré el Camino). Comenzamos a andar Javier, Javi y yo (A Luisma, muy a su pesar, le tocó llevar el coche hasta Xunqueira).

A los tres nos ocurrió otra loca aventura en un pequeño pueblo. Cuando llevábamos 10 kilómetros preguntamos si había algún bar abierto. Fuimos a lo que parecía una casa como la de Carmen, de una pareja de edad avanzada y allí, en el salón de la casa, tomamos café. El sitio era aún más rústico. En una esquina una vieja máquina de coser singer, con un medio delantal acabado. En la otra esquina un futbolín de 1950. Cuando Javier pidió orujo para nuestro café, la anciana (aún medio dormida, pues literalmente, la habíamos sacado de la cama) desapareció durante 10 minutos. Volvió a aparecer, después de una supuesta visita a los vecinos, con una vieja botella de vidrio cuyo contenido era auténtica agua de fuego. ¡Puro clasicismo! ¡Cómo nos reíamos los tres cuando después le contamos la historia a Luisma!

Después de Xunqueira hubo cambio de conductores. Los cuatro nos volveríamos a reunir para la comida. Luisma, Javi y yo estábamos agotados tras 12 kilómetros por carretera, cuando tras una curva vimos una mesa de piedra con un picnic preparado como un banquete. Javier había comprado viandas y lo había dispuesto todo con cariño para nosotros. Sonaban “Los Chicos del Coro”. Yo me quedé sin palabras, una vez más. ¿Cómo puede seguir la vida siendo igual después de esto? Transcurridos 15 minutos se nos acercó una anciana con dos adorables niños africanos de 9 y 13 años, que obviamente no eran suyos. Luisma nos explicó que son niños del Sahara que cada año son acogidos en verano. Muchas personas de España lo hacen. La mujer nos invitó a su casa para comer y tomar café. Me volví a encontrar con este tipo de generosidad y amabilidad que hace que se me salten las lágrimas. Su marido era una persona sencilla y cariñosa, y ambos nos invitaron a compartir un riquísimo guiso de fabes asturianas. A pesar de que estábamos recién comidos, acepté con agrado probarlas, como respuesta a tanta generosidad y amor. Por cierto que los enormes frijoles estaban deliciosos.

A mi izquierda, pude ver cómo Luisma hacía esfuerzos por contener las lágrimas. Más tarde me explicó que la pareja había perdido su único hijo, Guardia Civil de Tráfico, hace algunos años en un accidente de moto. Mis Caballeros son gente muy sensible, y me di cuenta que necesitaban tranquilidad y tiempo para procesar todo esto. Nos hicimos fotos que prometimos enviar a la familia. Esta gente sencilla abrió su hogar y sus corazón a unos extraños como nosotros, conscientes del poder del Camino. Llegar a Ourense era sólo cuestión de ocho kilómetros, eso sí, a través de un polvoriento polígono industrial. El Albergue era bonito y construido en un antiguo monasterio, pero el hospitalero era muy estricto en las reglas y nos dijo que cerraba a las 10 p.m. en punto. Esto significó que tuvimos poco tiempo para ver la parte antigua de Ourense con sus magníficos edificios, sus iglesias, sus calles antiguas, y la Catedral. Tuvimos tiempo para visitar la Catedral, donde se celebraba una boda y a continuación, los Caballeros asistieron a misa en una pequeña pero muy bonita iglesia, mientras yo actualizaba mi diario. Quise respetar que tuvieran algún tiempo para ellos solos en el Camino, como debe ser en una familia tan especialmente unida como ellos. Mientras estaba en un pequeño café actualizando mi diario, tuve una experiencia muy extraña. Fue uno de esos momentos inexplicables del Camino. Inexplicables y bonitos a la vez. Un joven, al verme escribiendo, se acercó para charlar. No hablaba inglés, pero entendí que se interesaba por lo que escribía. Yo estaba un poco aturdida. Entonces cogió una servilleta y con mi pluma, escribió estas palabras: “escribes una novela”. No se trataba de eso, pero durante todo el día me obsesioné preguntándome una y otra vez si escribir mis experiencias puede ser de interés para alguien.¿Es esta la respuesta a la pregunta que me he hecho a mí misma una y otra vez?
Después de misa todos nos reunimos de nuevo y compartimos una encantadora cena ligera (nuestra última cena) a base de tapas. Es algo sencillo, pero muy español y apropiado. Para terminar la noche necesitábamos encontrar un sitio bonito para tomar café (para ti Javi!), y encontramos un pequeño bar muy ambientado. Al poco salió un pianista y una vedette al escenario que cantó una cálida canción, en un extraño inglés. Era el típico lugar en el que te apetece quedarte hasta el amanecer pero, por desgracia, teníamos que regresar al Albergue y ya estaban sonando las 10, así que nos marchamos. Por la mañana el estado de ánimo era un poco solemne. Compartimos croissants y churros en el desayuno. Entonces tuvo lugar el último acto de generosidad de mis Caballeros. Me hicieron un precioso regalo que será mi talismán en el Camino. Son tres piedras que Luisma había pintado, y que cogió del Guadiana, el río


de Mérida, su ciudad natal. La de Javi tiene una Cruz Roja de Santiago, la de Javier una Flecha Amarilla que en el Camino te indica la dirección a Santiago y la de Luisma tiene una TAU blanca, símbolo de todos los peregrinos. Yo estaba desbordada y no encontraba las palabras para explicar cómo me habían partido el corazón. Estas maravillosas personas han conseguido que encuentre mi espiritualidad. Mi Camino ya está completo.
.


Ahora estoy varios días sabáticos en Salamanca. Conoceréis todos los detalles en el blog. ¡Ultreia y Suseia, Grrrace! (que es como mis Caballeros me llamaban y ahora es mi nuevo nombre!)



Las niñas grandes no lloran.
Santiago de Compostela, España
21 de julio de 2008

(…)Todo era perfecto para mí, la mañana discurrió lentamente como yo esperaba. Era como si mi cuerpo supiera que era el último día de caminar y hubiera empezado a ralentizar. Mi mochilla pesaba una tonelada, mis espinillas las sentía como de cristal, y no encontraba mi ritmo. Tan pronto como entré en la calle de adoquines del casco antiguo de la ciudad todo cambió, y me sentí como una Peregrina que recorre su último kilómetro. La entrada en la Plaza do Obradoiro fue lenta, respiraba y respiraba deliberadamente. Es difícil describir la sensación tras siete semanas de emociones, y me sentí impulsada hacia delante, hacia el centro de la plaza. Mi recompensa fue grande. Había concluido una gran aventura que merecía la pena y me sentí orgullosa de haberlo logrado. A mi alrededor decenas de jóvenes católicos se sentían felices por haber recorrido los 100 kilómetros (el mínimo exigido para obtener la Compostela). Otros rostros eran solemnes o estáticos: grupos, parejas y peregrinos solitarios experimentaban su propia sensación de «haber llegado». Caminando hacia la fachada de la Catedral de Santiago sentía un mar de felicidad y júbilo.(…)
Para acceder hay que atravesar dos puertas, pues en el interior está el Pórtico de la Gloria, varios cientos de años más antiguo que la fachada barroca. Una vez dentro, la primera tradición es que el peregrino coloque su mano sobre el Árbol de Jesé, dando gracias por haber terminado bien el Camino. Han puesto su mano tantos peregrinos, a lo largo de los siglos, que el mármol se ha desgastado. Para mi desgracia el árbol estaba cerrado con una barrera debido a trabajos de mantenimiento. Es una tradición que no pude llevar a cabo, pero sí que pude realizar los otros dos ritos que exige la “'llegada”. El primero es pasar por la cripta donde se veneran los restos de Santiago, momentos preciosos de acción de gracias. Recé una oración por todos mis familiares y por los amigos que me han acompañado en esta maravillosa peregrinación. El segundo rito fue subir por la estrecha escalera, detrás del gran altar dorado, y llegar a la parte superior de la estatua de Santiago. Por encima del altar los peregrinos abrazan por detrás a Santiago, dándole de nuevo las gracias por el buen Camino. En este momento yo apretaba las tres diminutas piedras (piedras pintadas) que me dieron mis Caballeros de Santiago. Ahora todos hemos completado este Camino de Santiago.

Yo aún llevaba mi mochilla y me resistía a abandonarla. Salí de la Catedral para conseguir mi Compostela con mi nombre en latín en la Oficina de Peregrinos. ¡Mi nuevo nombre es ahora Gratia Bennett! Tengo mi Compostela segura, escondida en mi mochilla. Luego volví a la Catedral a tiempo para asistir a la Misa de los Peregrinos que se celebra todos los días a las 12,00, con la maravillosa tradición del balanceo del Botafumeiro (incensario gigante). Si tienes ordenador puedes echarle un vistazo en Youtube. La Misa fue en español y me sorprendió que las oraciones las cantó la misma monja que en mi anterior Camino. La Catedral estaba totalmente llena de turistas, lugareños y peregrinos, era difícil ver dónde acababa la multitud. ¿Cómo puedo explicar la atmósfera que había? No he sentido nada igual antes. Y sé lo que digo pues tenía abiertos mis cinco sentidos. Mi vida en el Camino se ha completado. Siempre seré una Peregrina,. . . . y creo que voy a llorar.

Metamorfosis
26 de julio de 2008
2ª parte


(…)Una vez que terminaron los discursos continuó la misa y yo suavemente cogí mis tres piedras (que me dieron los Caballeros de Santiago) que guardaba en lugar seguro, cerca de mi corazón, y las puse en la palma abierta de mi mano. Era algo muy profundo y espiritual para mí. Cerré los ojos y recordé todas las emociones y experiencias que había vivido en MI CAMINO. Por supuesto, lloré, pero también sonreí y respiré profundamente recordando mi recorrido de 1.000 kilómetros que me ha traído a esta hermosa tierra. Sentí a Juan detrás de mí. Luego me mostró algunas fotos que había hecho de mi horrible mano acogiendo mis preciosas piedras.¡Cuántos recuerdos! (…)

EMAIL

Santander‏
De: Grace Ben (gracethepilgrim@hotmail.com)
Enviado: lunes, 28 de julio de 2008 19:46:04
Para: Luis González (luthiers_@hotmail.com)

Hola Luisma, Es bonito recibir un correo tuyo. He escrito a Javi para decirle que llevé conmigo las piedras a la Catedral a la misa del Día de Santiago. Juan sacó una gran foto de la celebración con las piedras en mi mano!


jueves, 23 de octubre de 2008

Pia Holmlund , un hada en el camino.

Yo estaba recogiendo las migas de los bocatas que nos habíamos comido. Bocatas exquisitos de choped pork comprados en el DIA por Luisma, y que no sé porqué sospecho que no eran precisamente choped extra. Pero después de hacer en bici 30 Kms (creo) sabían a gloria, además los huérfanos bocadillos de pan de pistola iban acompañados de una lata de refresco, que gozada, una para cada uno, ¡ íbamos que chuta ! Sobre la mesa algunos periódicos. Me había quedado solo, mientras, Luisma, heroicamente volvía a desandar lo andado - en bici - para recoger el coche en Valdesalor y poder volver a casa.

El albergue estaba en silencio, solo se oían algunos pajarillos en la plaza y una quietud de cansancio. Eran los altos de una casita vieja pero acogedora en el centro del pueblo, junto al ayuntamiento, se accedía a ella por una escalera estrecha desde la plaza. Habíamos subido las bicis a cuestas no sin cierta dificultad. Yo echaba un vistazo a los periódicos y a las notas dejadas en el libro de visitas por los peregrinos, algunas buenísimas, no os podéis imaginar la cantidad de historias, aventuras y desventuras que envuelven al camino… de pronto escucho unos pasos que suben la escalera… yo espero… será la hospitalera?
No.
De pronto apareció ella, una mujer que me pareció alta y mágica , su pelo blanco como la arena del camino que habíamos dejado atrás, vestía de negro y sus ojos parecían un mar lleno de recuerdos, sin duda había sido y era una mujer muy hermosa, llena de majestad, como una dama élfica que llegada de Rivendel viniera a darme instrucciones secretas o alguna misión para salvar a los caminantes de algún terrible mal. Venía cansada, las piernas hinchadas de caminar. Traía una mochila que abultaba más que nuestras dos bicicletas juntas, pero la manejaba como una pluma, me quedé impresionado. Yo esperaba tras ella un regimiento de vikingos polvorientos al asalto del coqueto alberge pero los pasos de las botas en la escalera no rompieron el silencio. Seguíamos en silencio. Venia sola. Pero cómo, sola ? , Chacho, chacho, eso si que es peregrinar y no los algoritmos mentales que nos tenemos que montar nosotros para hacer una etapa- pensé.

Por un momento , y tras un breve “hola” y risitas cómplices que anunciaban que irremediablemente los dos no teníamos ni puñetera idea de cómo comunicarnos con fluidez, me di cuenta que no iba a ser nada fácil entablar una conversación. Comenzaba en ese momento mi cruenta lucha contra las hordas de la impotencia y la imposibilidad de comunicación con aquella dama que me pedía ayuda y a la que yo debía corresponder como un auténtico caballero en el medioevo. ¡ No fui capaz de articular una palabra coherente !

Yo de inglés pegao, y ella francés rien de rien, estupendo,… nada a reírnos se ha dicho! Eso si, reírnos, todo el rato, como se puede ser tan lelo, y yo le quería preguntar de todo, quién era, de dónde venía, desde donde comenzó el camino, en fin , lo normal para un peregrino.

- Hospitalewro ? No, yo no, yo peregri




now, hospitalerow ahí abajo, en plaza, en ayuntamiento …
- ok?ahh ? No albergwe ? (media vuelta)
- Si, si,si,si, !, si albergwe, pero yo no hospitalerow. Abajo en plaza,… dans la place,… office,…ven asomar ventana.
Yo acompañar.
- Yo Andrews
- I ´am Pia , Pia Holmund




(se pronuncia Pilla, no pia que es más feo, y además se pronuncia con una elle muy chula, vamos a lo sueco)
- England , no?
- Now, Sweden.
- (la primera) Chacho y que hace Sweden en Casar Cáceres, con calor que hace ya ?– le dije gritando ligeramente como se suele hacer en estos casos para que te entiendan mejor… que aquí hace mucho calor , ehh!
Pasa, pasa, esto es ayuntamiento, tienen un sello veri veri good, es muy bonito.

- Ah si, bonitow, bonitow.
- Todo esto es gratuito -Pilla me dijiste que te llamabas- aquí no se paga, y recuerda yo Andrews, como Julie Andrews.
- Ponle otro- le dije a la muchacha del ayuntamiento, que me ha dicho Luisma, - my brother-que es de los sellos más bonitos de los que se pueden encontrar en toda la Via de la Plata.

Y la hospitalera que casi rompe el asiento debido al ensanchamiento de su espalda, le estampó con tanta fuerza en la credencial otro sello que a Santiago se le veían las espinillas. Parecía que iba a echar a andar, …el santiño.

- Donde ir ? Vamos a dar vuelta por citi. –oye dejamos las llaves aquí o nos las llevamos, ah vale nos las llevamos … de acuerdo…es un sello muy bonito – hasta luego…

_Ten cuidao Pilla, que aquí van las motos a toda leche, no nada, cuidado, vamos ver pueblo…

Sonrisas.
- Where you began the way?
- Ehh?
- Caminow…donde…tú…empezar ?
- Ahhh, from Mérida ,
- Yes,yes, yo Mérida, cinco dias.
Sonrisas.
- No parle tu francais, por casualidad, trés peu.
- Tu no, Inglis?
- Muy poco-le hice gestos pegando los dedos.
- Where he is your brother?
- Si yo brothers, seis brothers- como no sabia en ese momento como se decia seis en inglés me puse a contar para mi en inglés-guan-chu-fri…y perdí el hilo de la conversación tan fluida que llevábamos por aquella acera estrecha.
Sonrisas.

En una cosa estábamos los dos de acuerdo, bar, tapa, cervezaw.





Mientras andábamos por la acera me puse a pensar , ¿Cómo le explico a una sueca que habla menos español que un ornitorrinco mudo, que my brother Luisma ha regresado en bici al punto de partida ( Valdesalor ) para recoger el coche, que nosotros no somos peregrinos normales, somos de fin de semana, de Sábados y una velita a San Antonio, que vamos etapa por etapa, como se dice etapa en inglés ?

Así seguimos caminando, por una calle larga y estrecha hacia la entrada del pueblo, donde había una especie de mercadillo y donde por supuesto habíamos visto unos cuantos bares al pasar.

Entramos en uno aparente y con aire moderno, ella desde el inicio me sugirió en un perfecto castellano “Tortilia”, ahh, tortilla con patatas, sartén, españa, yo le gesticulaba todo el rato.- No… tortilia francesa.- Yo pensé :debe ser algún tipo de dieta noruega o mejor dicho sueca, proteínica ovoláctea o yo que sé.
Con el paso de los minutos y ante su insistencia me percaté que ni dietas ni leches, que le volvía loca la tortilla francesa, y yo le dije, - tu no preocupar Pilla, yo te busco tortilla francesa !

Entramos en el bar y le expliqué a la camarera detalladamente la situación, no hizo falta hablar más. Yo caña, y a ella le vas a poner un –ella quería vino blanco- .. un Barbadillo … bien fresquito, que no falte de ná… ya verás qué bien barbadillo y tortilla.

Oye, pon algo de picar, no sé algo de por aquí, a si tienes chanfaina, que vaya comiendo algo que creo que trae hambre como si viniera andando desde Suecia.

Nos sentamos y fuimos entablando una conversación surrealista mezcla de indio sioux acompañados de gráficos en servilletas que parecía que estábamos jugando al lexiescribe. La tortilla se la comió tan deprisa que yo no tengo recuerdo ni constancia alguna de ella. Al final ya nos situamos y nos enterábamos de todo. A todo esto ayudó también el segundo barbadillo que habíamos pedido y mi segunda caña. Ya entrábamos hasta en detalles: - el pequeño mío tiene cinco meses , mira foto en móvil…dices que tu dos hijas ? – yo veraneo Huelva. Yo veraneo cerca de Upssala – en el quinto pino según comprobé después en el google earth.

Poco a poco fuimos entablando una conversación cada vez con más detalles, sobre nuestra familia, sobre el camino,… cuando nos dimos cuenta nos vimos envueltos en una situación de película italiana, poco a poco empezó a entrar gente más o menos bien vestida en aquél salón circular, más y más gente, poco a poco, …se trataba de una boda . El caso es que nos fueron arrinconando. Está ocupada la silla ? Y aquella gente vestida de ceremonia nos miraban raros, a mi vestido con maillot y a Pia que no hace falta que comente cómo llamaba la atención, - esa no es de aquí.

El tono de las conversaciones en el bar, al llenarse de gente, fue elevándose- como siempre pasa en España- hasta el nivel de GRITO y después al de ALARIDO colectivo, no nos escuchábamos, y Pia estaba como alucinada, riéndonos (no se si por el vino) y con gestos concluimos que había que salir de allí por piernas, casi nos asustamos, es como si te quedas dormido en una dehesa y te despiertas en medio de un rebaño donde no hay centímetro libre. No es un buen ejemplo, pero fue así. Pagué yo, por supuesto, hecho este que la escandalizó, faltaría más , amos tira so boba, le dije yo. Estoy seguro que me entendió por los gestos.

Seguimos hablando y paseando , a veces en su cara podía entrever a la hermosa niña que fue y otras a la mujer que había vivido, sufrido y querido mucho, y que ahora, que ya no tenía miedos, ahora que veía la vida desde lo más alto caminaba y caminaba día tras día no para encontrarse a sí misma sino para fundirse con el camino.

Ya teníamos una conversación multilingüe superfluida, ya que ella hablaba más castellano de lo que creía, y desde luego ese hecho fue el que nos salvó. Pude hacerle unas fotos, pese a su negativa. Prometí enviárselas , habíamos anotado nuestros respectivos correos en las servilletas del bar (aun las conservo).

Quedamos en que se la enviaría y así he hecho, con muchísimo retraso.

Por fin llegó Luisma, se la presenté y entablaron un conversación rápida , bastante más enriquecedora que la mía y nos tuvimos que despedir por la prisa que teníamos para llegar a Mérida. Irremediablemente y sin darme cuenta ya me estaba despidiendo de ella. Adiós Pia, que hagas un buen camino y por el retrovisor del coche la vi cómo nos daba con la mano mientras nos alejábamos. Yo me quedé un poco vacío.

Había sido un encuentro fugaz , una luz que desaparece, me llené de temor, sé que no volvería a verla, fue como la aparición de un ángel en medio del camino , y cuando vuelves la mirada ya no está…






Los días siguientes , ya en casa con mis hijos, con Mariangeles, me preguntaba ¿por donde irá Pia? La siguiente etapa es dura, hacerlo sola es una locura, una mujer sola, con el calor que ya empieza a hacer, y cuando vaya por Zamora, madre mía, le queda un mes …es una locura…yo creo que es muy mayor, aunque parece fuerte, tiene cara de niña…

Y pasaron más días y más días y de ven en cuando volvía a preguntarme, por donde irá Pia?,

Nunca más volví a saber de ella… sólo sé que tuve un encuentro con un hada en el camino…y desapareció…









martes, 21 de octubre de 2008

Infierno Verde. Siete años secuestrado por las FARC




«En la selva uno pierde la ilusión por los días porque todos son exactamente iguales. No existe Navidad ni Año Nuevo. Las horas pasan lentamente, son eternas. De día no vemos el sol, ni la luna por la noche. Por eso recuerdo la sensación tan intensa que experimenté la noche que intentaba huir con Ingrid Betancourt y en el río vi el reflejo de una luna llena enorme, como una luz que nos iluminaba, y que nos hizo creer que atravesábamos una gran autopista, la autopista de la libertad».
LUIS ELADIO PEREZ
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Infierno verde narra el calvario de ser secuestrado por las FARC. El testimonio de los años que Luis Eladio Pérez pasó encadenado, enfermo, hambriento, desalentado. Los momentos de crisis que lo llevaron incluso a desear su propia muerte. Pero no sólo eso; acompañados de sus recuerdos, recorremos la vida cotidiana en la selva, en los campamentos, la pérdida de la dignidad, el maltrato, las humillaciones a las que era sometido constantemente, las largas y penosas marchas de hasta cuarenta días por el corazón de una selva virgen y cruel. Compartió cautiverio con Ingrid Betancourt y ofrece un relato sincero de su arrolladora personalidad. De ella destaca su compañerismo, su entereza para afrontar el secuestro con dignidad y templanza. Una mujer con carácter que siempre defendió sus opiniones incluso delante de sus captores. Y nos describe algunos de los momentos más destacados de su relación con ella en la selva, su intento de fuga, sus conversaciones. Un testimonio dramático narrado desde la sinceridad y la honradez.
La crónica de siete años de infierno verde. Un desafío a los propios límites de la naturaleza humana, a la cordura. Con todo, en medio de la desesperanza y la soledad, del miedo, el dolor y la impotencia, los sueños imponen su dominio y perfilan los límites de la marcha hacia la libertad.

lunes, 20 de octubre de 2008

Charles Bukowski.(1920-1994) .



Poeta y narrador estadounidense, creador de una literatura provocadora y sórdida, cargada de gran emoción y sentimientos. Nació en la ciudad alemana de Aldernach, pero a los dos años se trasladó con su familia a Los Ángeles, donde vivió toda su vida. Durante muchos años, y tras un breve paso por la universidad, se ganó la vida con trabajos manuales temporales, espaciados por los periodos de vacaciones que se tomaba cuando tenía suerte en las apuestas del hipódromo, afición que reflejó continuamente en su obra. Empezó a escribir cuentos muy joven pero, tras un primer relato publicado por una revista en 1944, abandonó la literatura por un espacio de diez años, en los que sentó los cimientos de su leyenda alcohólica. Sus primeras obras se publicaron en la década de 1960 en editoriales y revistas underground; a esta época pertenecen colecciones de poemas como Crucifijo en una mano muerta (1965) o la que para muchos es su mejor obra en verso, Los días pasan como caballos salvajes sobre las colinas (1969). La poesía de Bukowski, al que le gustaba vanagloriarse de haber escrito su primer poema con 35 años, está marcada por un realismo descarnado y lírico a un tiempo, explícito, tierno en ocasiones y brutal en otras, abundante en datos autobiográficos, personalísimo y pleno de humor ácido y desencantado. Nunca abandonó su producción en verso que, con los años, se fue haciendo más directa, más sobria, como en El amor es un perro del infierno (1974) o La última noche de la tierra (1992). Bukowski escribió más de treinta poemarios, que le han acreditado como gran poeta; sin embargo, pocos de sus poemas se han traducido al español. Su primera novela, Cartero (1970), le permitió abandonar la oficina de correos en la que trabajaba. A ésta seguirían otras cinco, todas protagonizadas por Henry Hank Chinaski, alter ego del propio Bukowski, entre las que cabe destacar La senda del perdedor (1982). Los cuentos de Bukowski están reunidos en varios volúmenes. El más conocido, Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones (1972), recoge relatos aparecidos en varias revistas underground. Su obra inspiró una película, Ordinaria locura, a Marco Ferreri, a la que seguría Barfly (1989), de Barbet Schroeder y con guión del propio Bukowski. La prosa de Bukowski es, si cabe, más autobiográfica, en un 90% según el propio autor, que su poesía, y es la que le ha dado fama entre los lectores de habla hispana; todas sus obras en prosa están publicadas en español. El alcohol, el sexo, la soledad y los aspectos más absurdos y sórdidos de nuestra civilización ocupan un lugar de honor en la obra de Bukowski, que siempre evitó los ambientes literarios; prefería los bares y las habitaciones lúgubres. http://www.charlesbukowski.cjb.net/


"No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!" "Me levanté y fui hacia el jodido cuarto de baño. Odiaba mirarme en aquel espejo pero lo hice. Ví depresión y derrota. Unas bolsas oscuras debajo de mis ojos. Ojitos cobardes, los ojos de un roedor atrapado por un jodido gato. Tenía la carne floja, parecía como si le disgustara ser parte de mí." "El hombre ha nacido para morir.¿Qué quiere decir eso? Perder el tiempo y esperar. Esperar el colectivo. Esperar un par de tetas alguna noche de agosto en un cuarto de hotel en Las Vegas. Esperar que canten los ratones. Esperar que a las serpientes le crezcan alas. Perder el tiempo" "Casi siempre lo mejor de la vida conciste en no hacer nada en absoluto, en pasar el tiempo reflexionando, rumiando todo ello. Quiero decir pongamos que alguien comprende que todo es un absurdo, entonces no puede ser tan absurdo porque uno es consciente de que es un absurdo y la consciencia de ello es lo que le otorga sentido. ¿Me entienden? Es un pesimismo optimista." "Me da igual lo que hagan conmigo cuando muera; pueden quemarme, pueden hacerme rebanadas, pueden dar mis pelotas a la ciencia, no me importa." "Me parece que la vida está totalmente desprovista de interés, y esto sucedía especialmente cuando trabajaba ocho horas por día. La mayor parte de los hombres trabajaban ocho horas al día, y tampoco ellos amaban la vida. No hay ninguna razón para amar la vida para alguien que trabaja ocho horas al día, porque es un derrotado." "Yo no analizo jamás, me limito a reaccionar... yo ando con todos mis prejuicios. jamás intento mejorarme o aprender algo. No soy uno que aprende, soy uno que evita." "A veces me miro mis manos y me doy cuenta que podría haber sido un gran pianista o algo así. Pero, ¿Qué han hecho mis manos?. Rascarme las pelotas, firmar cheques, atar zapatos, tirar de la cadena de los inodoros, etc., etc. He desaprovechado mis manos. Y mi mente." "Si ocurre algo malo, bebes para olvidar, si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo, y si no pasa nada, bebes para que pase algo" “La vida es todo lo agradable que se lo permitas” "La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las ordenes." "Siempre habrá dinero y putas y borrachos, hasta que caiga la última bomba". “Algunas personas nunca enloquecen. Tendrán unas vidas realmente horribles” "No es suficiente con hacer tu trabajo, sino que además tienes que mostrar un interés por él, una pasión incluso." "El amor es para la gente real." "El morirse de hambre, desgraciadamente, no ayuda a mejorar el arte. Sólo es un impedimento. El alma de un hombre esta radicada en su estómago." "Los grandes amantes eran siempre hombres ociosos." "La gente no necesita amor, lo que necesita es triunfar en una cosa o en otra." "El camino del infierno estaría lleno de compañía, pero aun así era tremendamente solitario." "Ella era un alma más o menos buena, pero el mundo esta lleno de almas más o menos buenas y mira donde estamos." "Escribir te empuja a espacios acreos, te convierte en un extraño, en un inadaptado." "Iba muy poco al cine por que me bastaba a mí mismo para asesinar mi tiempo, no necesitaba ayuda extra." "Es el intento de escapar del sufrimiento lo que crea grandes escritores: te sientes tan bien que haces que los lectores se sientan bien." "Algunas veces si un hombre no tiene fe en lo que está haciendo, puede hacer una tarea mucho más interesante desde el momento en que su mente no está ciegamente absorbida por la causa a la que sirve." "Algunas veces la gente insignificante que se queda en un mismo sitio por mucho tiempo, alcanza un cierto poder y prestigio." "Parecía como si sólo hubiese dos elecciones: vivir dentro de la carrera de atropellos o ser un marginado hundido." "Mi objeción hacía la guerra no era lo de que tenía que matar a alguien o ser matado sin ningún sentido, el argumento clásico que difícilmente funcionaba. Lo que yo objetaba era que me negaran mi derecho a sentarme en un cartucho, no pegar golpe, beber vino barato y volverme loco por mi cuenta y riesgo." "Me encuentro bien entre marginados por que soy un marginado. No me gustan las leyes, ni morales, ni religiones o reglas. No me gusta ser moldeado por la sociedad." "Es bueno sentir hostilidad, mantiene la cabeza despejada." "¿Qué puede hacer un poeta sin dolor? Lo necesita tanto como a la maquina de escribir." "Los mayores inventos del hombre son la cama y la bomba atómica: la primera te aísla y la segunda te ayuda a escapar" "El hombre es la victima de un medio que se niega a comprender su alma" "La Muerte se está fumando mis cigarros" "Mas de un hombre bueno ha acabado en el arroyo por culpa de una mujer" “Cuando Amor se convierte en una orden, odio puede convertirse en un placer.” “Si no juegas, nunca ganaras.” “Jamás duran los bellos pensamientos ni la bellas mujeres.” “Puedes enjaular a un tigre pero nunca sabrás seguro esta liquidado, con los hombres es mas fácil.” “Si quieres saber donde esta Dios, pregúntale a un borracho.” “En las trincheras no hay ángeles.” “Ningún dolor significa el fin del sentimiento; cada una de nuestras alegrías es un trato con el demonio.” “La diferencia entre Arte y Vida es que el Arte es más soportable.” “Prefiero oír hablar de un vagabundo norteamericano de hoy día que de un dios griego muerto.” “Nada hay tan aburrido como la verdad.” “El individuo bien equilibrado esta loco.” “Casi todos nacen genios y los entierran tontos” “El hombre valiente carece de imaginación, la cobardía suele deberse a la falta de una dieta adecuada” “La relación sexual es darse patadas en el culo a la muerte mientras cantas” “Cuando los hombres controlen los gobiernos, los hombres no necesitaran gobiernos, hasta entonces estamos jodidos.” “El intelectual es un hombre que dice una cosa simple de un modo complicado, un artista es un hombre que dice un a cosa complicada de un modo simple” “Siempre que voy a un funeral siento como si hubiese comido germen de trigo hinchado” “Grifos que gotean, pedos de pasión, neumáticos desinflados…, son mas triste que la muerte” "Si quieres saber quienes son tus amigos de verdad, consigue que te metan en la cárcel.” "los hospitales es donde intentan matarte sin explicar por qué. la fría y controlada crueldad del Hospital Norteamericano no se debe a médicos sobrecargados de trabajo o habituados a la muerte y aburridos de ella. se debe a médicos A LOS QUE SE PAGA DEMASIADO POR HACER DEMASIADO POCO y a los que admiran los ignorantes, como a brujos con poderes de curación, cuando la mayoría de las veces no son capaces de distinguir entre los pelos de su propio culo y los del apio." "un diario metropolitano antes de exponer un mal, se toma el pulso" "El problema principal de ser escritor: tiempo libre; demasiando tiempo libre. Tenias que andar esperando que se te acumulara el material para poder escribir y mientras esperabas, te volvías loco, y como te volvías loco, bebías; y cuando bebías, mas loco te ponías. La vida del escritor no tenía nada glorioso, tampoco la del bebedor" "No se lo que le pasara a otra gente pero yo cuando me agacho a ponerme los zapatos por la mañana pienso: Ah Dios mio ¿y ahora que?" “La fe está bien para los que la tienen. Mientras no me la tiren por la cabeza. Tengo más fe en mi plomero que en el ser eterno. Los plomeros hacen un buen trabajo. Dejan que la mierda fluya”. "Y lo más raro de todo es que si vos les decís la verdad, creen que no estás cooperando". "Siempre nos piden que entendamos El punto de vista de los otros Sin importar si es anticuado Necio Asqueroso." "fui a mi dormitorio de poeta...me saqué las ropas fui a la cama y me dormí con lo cual me animé de la mejor manera que conocía." "A veces pienso que la vida da algunas oportunidades, que las veo pasar sin pestañear, mientras me tomo un trago." "Necesito beber para escribir, escribir para beber. Mi estado de lucidez lo consigo bajo el alcohol" "Mi ambición está limitada por mi pereza" "Maldita gente aburrida. Por toda la tierra. Propagando más maldita gente aburrida. Que show más horroroso. La tierra esta llena de ellos" "Si soy un estúpido, debo decirlo. Si no lo soy, alguien dirá que lo soy. Si lo digo primero, eso los deja sin armas" "La sombra del borracho que escribe, oscureció al escritor que bebe" "Necesito tanto una buena mujer que siento que la huelo en el aire" "Si eres un fracasado, es muy probable que seas un excelente escritor" "Soy un hombre tonto, fácilmente se me hace feliz, incluso estúpidamente feliz casi sin razón y si me dejan solo suelo estar satisfecho." "y no creo en la perfección, creo en mantener los intestinos libres por lo que coincido con los que me critican cuando dicen que lo que escribo es un montón de mierda". "No soy una persona completa, soy la caricatura urbana de un hombre, mas o menos una escultura de mierda sin nada absolutamente que ofrecer" “Un escritor es como una puta. Utilizas a una puta y luego has terminado con ella” "La civilizacion es una causa perdida; la politica, una absurda mentira; el trabajo, un chiste cruel" "Para aquellos que creen en Dios, la mayoría de las grandes preguntas están resueltas. Para aquellos de nosotros que no aceptamos la formula divina, las grandes respuestas no permanecen escritas sobre piedra. Somos flexibles. Nos ajustamos a las nuevas condiciones y descubrimientos. Somos flexibles. Yo soy mi propio dios. Estamos aquí para olvidar las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educacional. Estamos aquí para beber cerveza. Estamos aquí para acabar con la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir nuestras vidas tan bien que la muerte tiemble al llevársenos." Entrevista Realizada por Sean Penn a Bukowski Bares:“Ya no voy mucho a bares. Saqué eso de mi sistema. Ahora, cuando entro a un bar, siento náuseas. Estuve en demasiados, es apabullante. Son para cuando uno es más joven: todo eso de irse a las manos con un tipo, hacerse el macho, levantarse minas. A mi edad, ya no lo necesito. Hoy sólo entro a los bares para mear. a veces cruzo la puerta y empiezo a vomitar”. El alcohol: “El alcohol es probablemente una de las mejores cosas que han llegado a esta tierra, además de mí. Entonces nos llevamos bien. Es destructivo para la mayoría de la gente, pero yo soy un caso aparte. Hago todo mi trabajo creativo cuando estoy intoxicado. Incluso me ha ayudado con las mujeres. Siempre fui reticente durante el sexo, y el alcohol me ha permitido ser más libre en la cama. Es una liberación porque básicamente yo soy una persona tímida e introvertida, y el alcohol me permite ser este héroe que atraviesa el espacio y el tiempo, haciendo un montón de cosas atrevidas... Entonces el alcohol me gusta, cómo no”. Fumar: “Me gusta fumar. El cigarrillo y el alcohol se equilibran. Yo solía despertarme de una borrachera y había fumado tanto que mis dos manos estaban amarillas, casi marrones, como si tuviera puestos guantes. Y me preguntaba: ‘¡Mierda! ¿Cómo se verán mis pulmones?’”. Pelear: “La mejor sensación es cuando golpeás a un tipo que no se supone que puedas golpear. Una vez me metí con un tipo, me estaba insultando. Le dije: ‘Bueno, adelante’. No tuve ningún problema, le gané la pelea fácilmente. Estaba tirado en el piso. Tenía la nariz ensangrentada. Me dijo: ‘Jesús, te movés siempre tan lentamente que pensé que serías fácil. Y cuando empezó la condenada pelea, ya no podía ver tus manos, te volviste tan rápido. ¿Qué pasó?’. Le dije: ‘No sé, hombre. Así son las cosas. Uno ahorra para cuando tiene que usarlo’”. Los gatos: “Es bueno tener un montón de gatos alrededor. Si uno se siente mal, mira a los gatos y se siente mejor, porque ellos saben que las cosas son como son. No hay por qué entusiasmarse y ellos lo saben. Por eso son salvadores. Cuantos más gatos uno tenga, más tiempo vivirá. Si tenés cien gatos, vivirás diez veces más que si tenés diez. Algún día esto será descubierto: la gente tendrá mil gatos y vivirá para siempre. Realmente es ridículo”. Las mujeres y el sexo: “Yo las llamo máquinas de quejarse. Las cosas con un tipo nunca están bien para ellas. Y cuando me tiran toda esa histeria... Tengo que salir, agarrar el auto e irme. A cualquier parte. Tomar una taza de café en algún lado. En cualquier lado. Cualquier cosa menos otra mujer. Supongo que están construidas de diferente manera, ¿no? Cuando la histeria empieza, se acaba todo. Uno se tiene que ir, ellas no entienden por qué. ‘¿Adónde vas?’, te gritan. ‘¡Me voy a la mierda, nena!’. Piensan que soy un misógino, pero no es verdad. Es puro boca a boca. Escuchan que Bukowski es ‘un cerdo macho chauvinista’, pero no chequean la fuente. Seguro, a veces pinto una mala imagen de las mujeres en mis cuentos, pero con los hombres hago lo mismo. Incluso yo salgo mal parado muchas veces. Si realmente pienso que algo es malo, digo que es malo, sea hombre, mujer, niño o perro. Las mujeres son tan quisquillosas, piensan que me las agarro con ellas en particular. Ése es su problema”. La primera vez: “Mi primera vez fue la más rara. No sabía cómo hacerlo, y ella me enseñó a chuparle la concha y todas esas cosas de coger. Me acuerdo de que me decía: ‘Hank, sos un buen escritor, pero no sabés una mierda sobre las mujeres’. ‘¿Qué querés decir? Estuve con un montón de mujeres.’ ‘No, no sabés nada. Dejame enseñarte algunas cosas.’ Le dije que bueno y ella: ‘Sos buen estudiante, entendés rápido’. Eso fue todo. (Está un poco avergonzado. No por los detalles sino por el sentimentalismo del recuerdo.) Pero todo ese asunto de chupar conchas se puede poner un poco servil. Me gusta hacerlas gozar, pero... Todo está sobrevalorado. El sexo sólo es una gran cosa cuando no lo hacés”. El sexo antes del sida (y su casamiento):“Yo nada más entraba y salía de entre las sábanas. No sé, era como un trance, un trance de coger. Y las mujeres... uno les decía algo, las tomaba de la muñeca, ‘vamos, nena’, las guiaba hasta el dormitorio y se las cogía. Cuando uno entra en el ritmo, sigue adelante. Hay un montón de mujeres solitarias allá afuera. Son lindas, pero no se saben conectar. Están sentadas solas, van al trabajo, vuelven a la casa... es algo maravilloso para ellas que un tipo se les aparezca. Y si se sienta cerca, bebe y habla, es entretenimiento. Estuvo bien, tuve suerte. Las mujeres modernas... no te cosen los botones”. Escribir: “Escribí un cuento desde el punto de vista de un violador de una niña muy pequeña. Y la gente me acusó. Me hicieron entrevistas. Decían: ‘¿Le gusta violar a niñitas?’. Dije: ‘Por supuesto que no. Estoy fotografiando la vida’. Me metí en problemas con montones de cosas. Pero, por otro lado, los problemas venden libros. Pero, en última instancia, escribo para mí. (Da una larga pitada a su cigarrillo.) Es así. La pitada es para mí, la ceniza es para el cenicero. Eso es publicar. Nunca escribo de día. Es como ir al supermercado desnudo. Todo el mundo te puede ver. De noche es cuando se sacan los trucos de la manga... la magia”. La poesía: “Siempre recuerdo que, en el patio de la escuela, cuando aparecía la palabra ‘poeta’ o ‘poesía’, todos los pendejos se reían y se burlaban. Puedo ver por qué: es un producto falso. Ha sido falso y snob y endogámico porsiglos. Es ultradelicado, sobreapreciado. Es un montón de mierda. Durante siglos, la poesía es casi basura total. Es una farsa. Ha habido grandes poetas, no me entienda mal. Hay un poeta chino llamado Li Po. Podía poner más sentimiento, realismo y pasión en cuatro o cinco sencillas líneas que la mayoría de los poetas en sus doce o trece páginas de mierda. Y bebía vino también. Solía quemar sus poemas, navegar por el río y beber vino. Los emperadores lo amaban porque podían entender lo que decía. Por supuesto, sólo quemó sus poemas malos. Lo que yo quise hacer, si me disculpa, es incorporar el punto de vista de los obreros sobre la vida... los gritos de sus esposas que los esperan cuando vuelven del trabajo. Las realidades básicas de la existencia del hombre común... algo que pocas veces se menciona en la poesía desde hace siglos.Mejor, que quede registrado que dije que la poesía es una mierda desde hace siglos. Y una vergüenza”. Céline: “La primera vez que leí a Céline, me fui a la cama con una caja grande de galletitas Ritz. Empecé a leerle y me comía una galletita Ritz, me reía, me comía una Ritz, leía. Leí la novela entera de un tirón y me terminé la caja de galletitas. Y me levanté y tomé agua. Tendrías que haberme visto. No me podía mover. Eso es lo que un buen escritor te puede hacer. Casi te puede matar. Un mal escritor puede hacerlo, también”. Shakespeare: “Es ilegible y está sobrevalorado. Pero la gente no quiere escuchar esto. Uno no puede atacar templos. Ha sido fijado a lo largo de los siglos. Uno puede decir que tal es un pésimo actor, pero no puede decir que Shakespeare es mierda. Cuando algo dura mucho tiempo, los snobs empiezan a aferrarse a él, como ventosas. Cuando los snobs sienten que algo es seguro, se aferran. Pero si les decís la verdad, se ponen salvajes. No pueden soportarlo. Es atacar su propio proceso de pensamiento. Me desagradan”. Su material de lectura favorito: “Leí en el The National Enquirer una nota titulada ‘¿Es su marido homosexual?’. Linda me dijo: ‘¡Tenés voz de puto!’. Yo dije: ‘Oh, sí, siempre me lo pregunté’. Ese artículo decía: ‘¿Su marido se depila las cejas?’. Y yo pensé, mierda, lo hago todo el tiempo. Ahora sé lo que soy. Me depilo las cejas, soy un puto. Es muy amable de parte de The National Enquirer decirme lo que soy”. El humor y la muerte: “El último gran humorista era un tipo llamado James Thurber. Pero su humor era tan magnífico que tuvieron que ignorarlo. Este tipo era, podría decirse, un psiquiatra de las edades. Tenía algo ambiguo, hombre-mujer, veía cosas. Era sanador. Su humor era tan real que uno gritaba de risa, era como una liberación frenética. Aparte de Thurber, no puedo pensar en nadie... Yo tengo algo de humorista, pero no como él. No llamo humor a lo que tengo, lo llamo un ‘filo cómico’. Estoy colgado en eso. Casi todo lo que pasa es ridículo. Cagamos todos los días. Eso es ridículo, ¿no te parece? Tenemos que seguir meando, poniendo comida en nuestras bocas, nos sale cera de los oídos. Tenemos que rascarnos. Cosas feas y tontas, ¿o no? Las tetas no sirven para nada, salvo...”. Nosotros: “La verdad es que somos monstruosidades. Si pudiéramos vernos, podríamos amarnos, darnos cuenta de lo ridículos que somos, con nuestros intestinos retorcidos por los que se desliza lentamente la mierda mientras nos miramos a los ojos y decimos: ‘Te amo’. Nos carbonizamos y producimos mierda, pero no nos tiramos pedos cerca del otro. Todo tiene un filo cómico”. Ganar: “Y después nos morimos. Pero la muerte no nos ha ganado. No ha mostrado ninguna credencial. Nosotros hemos mostrado todas las credenciales. Con el nacimiento, ¿nos ganamos la vida? No realmente, pero de seguro la hija de puta nos tiene atrapados... La muerte me provoca resentimiento, la vida también, y mucho más estar atrapado entre las dos. ¿Sabés cuantas veces intenté suicidarme? Dame tiempo, sólo tengo 66 años. Sigo trabajando en eso. Cuando uno tiene tendencias suicidas, nada lo molesta, excepto perder en las carreras de caballos. ¿Por qué será? A lo mejor porque uno usa su mente en las carreras, no su corazón. Pero nunca cabalgué. No estoy muy interesado en el caballo sino en el proceso de acertar o no, selectivamente”. Las carreras: “Traté de ganarme la vida con las carreras por un tiempo. Es doloroso. Es vigorizante. Todo está al límite, el alquiler, todo. Pero uno tiende a ser cuidadoso. Una vez estaba sentado en una curva. Había doce caballos en la carrera y estaban todos amontonados. Parecía un gran ataque. Todo lo que veía era esos grandes culos de caballo subiendo y bajando. Parecían salvajes. Miré esos culos de caballos y pensé: ‘Esto es una locura total’. Pero hay otros días en los que ganás cuatrocientos o quinientos dólares, ganás ocho o nueve carreras al hilo, y te sentís Dios, como si lo supieras todo. Y todo queda en su lugar”. La gente: “No miro mucho a la gente. Es perturbador. Dicen que si mirás mucho a otra persona, te empezás a parecer a ella. Pobre Linda. La mayoría de las veces me la puedo pasar sin la gente. La gente no me llena, me vacía. No respeto a nadie. Tengo un problema en ese sentido. Estoy mintiendo pero, creeme, es verdad”. La fama: “Es destructora. Es una puta, una perra, la destructora más grande de todos los tiempos. A mí me tocó la mejor parte porque soy famoso en Europa y desconocido aquí, en Estados Unidos. Soy uno de los hombres más afortunados. La fama es terrible. Es una media en una escala del denominador común, la meten trabajando a un nivel bajo. No tiene valor. Una audiencia selecta es mucho mejor”. La soledad: “Nunca me sentí solo. He estado en una habitación, me he sentido suicida. Estuve deprimido, me he sentido horrible más allá de lo descriptible, pero nunca pensé que una persona podía entrar a una habitación y curarme. Ni varias personas. En otras palabras, la soledad no es algo que me molesta porque siempre tuve este terrible deseo de estar solo. Siento la soledad cuando estoy en una fiesta, o en un estadio lleno de gente vitoreando algo. Citaré a Ibsen: ‘Los hombres más fuertes son los más solitarios’. Nunca pensé: ‘Bueno, ahora va a entrar una rubia hermosa y vamos a garchar, y me va a frotar las bolas, y me voy a sentir bien’. No, eso no iba a ayudar. Viste cómo piensa la gente común: ‘Guau, es viernes a la noche, ¿qué vamos a hacer? ¿Quedarnos acá sentados?’. Bueno, sí. Porque no hay nada allá afuera. Es estupidez. Gente estúpida mezclándose con gente estúpida. Que se estupidicen entre ellos. Nunca tuve la ansiedad de lanzarme a la noche. Me escondía en bares porque no quería esconderme en fábricas. Eso es todo. Les pido perdón a los millones, peronunca me sentí solo. Me gusta estar conmigo mismo. Soy la mejor forma de entretenimiento que puedo encontrar”. El tiempo libre: “Es muy importante tener tiempo libre. Hay que parar por completo y no hacer nada por largos períodos para no perderlo todo. Seas un actor o una ama de casa, cualquier cosa, tiene que haber grandes pausas en las que no hacés nada. Uno se tira en una cama a mirar el techo. Hacer nada es muy, muy importante. ¿Y cuánta gente lo hace en la sociedad moderna? Muy poca. Por eso la mayoría está totalmente loca, frustrada, enojada y odiosa. Antes de casarme, o de conocer a muchas mujeres, bajaba las cortinas y me metía en la cama por tres o cuatro días. Me levantaba para cagar y para comer una lata de porotos. Después me vestía y salía a la calle, y el sol brillaba y los sonidos eran maravillosos. Me sentía poderoso, como una batería recargada. Pero, ¿sabés qué me tiraba abajo? El primer rostro humano que veía en la vereda. Esa cara nomás me hacía perder la mitad de la carga. Esta cara monstruosa, sin expresión, tonta, sin sentimientos, cargada de capitalismo. Pero aún así valía la pena, me quedaba la mitad de la carga todavía. Por eso el tiempo libre es importante. Y no digo tomarse tiempo para tener pensamientos profundos. Hablo de no pensar en absoluto. Sin pensamientos de progreso, sin pensamientos sobre uno mismo. Sólo ser un haragán. Es hermoso”. La belleza: “No existe algo como la belleza, especialmente en un rostro humano, eso que llamamos fisonomía. Todo es un imaginado y matemático alineamiento de rasgos. Por ejemplo, si la nariz no sobresale mucho, si los costados están bien, si las orejas no son demasiado grandes, si el cabello no es demasiado largo. Es una mirada generalizadora. La gente piensa que ciertos rostros son hermosos, pero, realmente, no lo son. La verdadera belleza, por supuesto, viene de la personalidad. No tiene nada que ver con la forma de las cejas. Me dicen de tantas mujeres que son hermosas... pero cuando las veo, es como mirar un plato de sopa”. La fealdad: “No existe. Hay algo llamado deformidad, pero la simple fealdad no existe. He dicho”. Érase una vez: “Era invierno, yo me estaba muriendo de hambre intentando ser escritor en Nueva York. No había comido en tres o cuatro días. Así que finalmente dije: ‘Me voy a comer una gran bolsa de pochoclo’. Cada grano era como un churrasco. Tragaba y echaba pochoclo a mi estómago que decía ‘¡Gracias, gracias!’. Estaba en el paraíso, caminando por ahí, hasta que dos tipos pasaron a mi lado y uno le dijo al otro: ‘¡Jesús!’. El otro dijo: ‘¿Qué pasa?’ ‘¿Viste a ese tipo comiendo pochoclo? Dios, era horrible.’ Así que no pude disfrutar el resto del pochoclo. Pensé qué quisieron decir con eso de que ‘era horrible’. Yo estaba en el paraíso. Supongo que era un poco cochino. Ellos siempre pueden distinguir a un tipo hecho mierda”. La prensa: “Disfruto las cosas malas que se dicen sobre mí. Aumenta la venta de libros y me hace sentir malvado. No me gusta sentirme bien porque soy bueno. ¿Pero malo? Sí. Me da otra dimensión. Me gusta ser atacado. ‘¡Bukowski es desagradable!’ Eso me hace reír, me gusta. ‘¡Es un escritor desastroso!’ Sonrío más. Me alimento de eso. Pero cuando un tipo me dice que dan un texto mío como material de lectura en una universidad, me quedo boquiabierto. No sé, me aterra ser demasiado aceptado. Siento que hice algo mal”. El dedo: (Levanta el dedo meñique de su mano izquierda) “¿Viste alguna vez este dedo? (El dedo parece paralizado en una forma de “L”). Me lo rompí una noche, borracho. No sé por qué, pero nunca se acomodó. Pero funciona perfecto para la letra ‘a’ de la máquina de escribir, y qué demonios, le agrega algo a mi personaje”. La valentía: “A la mayoría de la gente supuestamente valiente le falta imaginación. Es como si no pudieran concebir lo que sucedería si algo saliera mal. Los verdaderos valientes vencen a su imaginación y hacen lo que deben hacer”. El miedo: “No sé nada sobre eso”. (Se ríe.) La violencia: “Creo que, la mayoría de las veces, la violencia es malinterpretada. Hace falta cierta violencia. En nosotros hay una energía que necesita ser sacada. Creo que si esa energía es contenida, nos volvemos locos. La paz última que todos deseamos no es un área deseable. De alguna manera, no estamos destinados a eso. Por eso me gusta ver peleas de boxeo, y por eso yo mismo las protagonizaba en mi juventud. A veces se llama violencia a la expulsión de energía con honor. Hay locura interesante y locura desagradable. Hay buenas y malas formas de violencia. Es un término vago. Está bien si no se hace a expensas de otros”. El dolor físico: “Con el tiempo uno se endurece, aguanta el dolor físico. Cuando estaba en el Hospital General, un tipo entró y dijo: ‘Nunca vi a nadie aguantar la aguja con tanta frialdad’. Eso no es valentía. Si uno aguanta suficiente dolor, uno cede. Es un proceso, un ajuste. Pero no hay forma de acostumbrarse al dolor mental. Me mantengo lejos de él”. La psiquiatría: “¿Qué consiguen los pacientes psiquiátricos? Una cuenta. Creo que el problema entre un psiquiatra y su paciente es que elpsiquiatra actúa de acuerdo al libro, mientras que el paciente llega por lo que la vida le ha hecho. Y aunque el libro pueda tener cierta perspicacia, las páginas siempre son las mismas y cada paciente es diferente. Hay muchos más problemas individuales que páginas. Hay demasiada gente loca como para resolverlo diciendo: ‘Tantos dólares por hora, cuando suena el timbre terminamos’. Eso sólo puede llevar a una persona un poco loca a la locura total. Recién empiezan a abrirse y a sentirse bien cuando el psiquiatra dice: ‘Enfermera, arregle la próxima cita’. Todo es asquerosamente mundano. El tipo está ahí para quedarse con tu culo, no para curarte. Quiere tu dinero. Cuando suena el timbre, que entre el siguiente loco. Ahora, el loco sensible se va a dar cuenta de que cuando el timbre suena, significa que lo cagaron. No hay límites de tiempo para curar la locura, y no hay cuentas para eso, tampoco. Muchos de los psiquiatras que yo he vistoparecen estar al límite ellos mismos, además. Pero están demasiado cómodos. Creo que el paciente quiere ver un poco de locura, no demasiado. Ah, los psiquiatras son totalmente inútiles. ¿Siguiente pregunta?”. La fe: “La fe está bien para los que la tienen. Mientras no me la tiren por la cabeza. Tengo más fe en mi plomero que en el ser eterno. Los plomeros hacen un buen trabajo. Dejan que la mierda fluya”. El cinismo: “Siempre me acusaron de cínico. Creo que el cinismo es una uva amarga. Es una debilidad. Es decir: ‘¡Todo está mal! ¿Entendés? ¡Esto no está bien! ¡Aquello no está bien!’. El cinismo es la debilidad que evita que nos ajustemos a lo que ocurre en el momento. El optimismo también es una debilidad. ‘El sol brilla, los pájaros cantan, sonríe.’ Eso es mierda también. La verdad está en algúnlugar entre los dos. Lo que es, es. Si no estás listo para soportarlo, joderse”. La moralidad convencional:“Puede que no exista el infierno, pero los que juzgan pueden crearlo. Pienso que la gente está sobredomesticada. Uno tiene que averiguar lo que le pasa, y cómo va a reaccionar. Voy a usar un término extraño aquí: el bien. No sé de dónde viene, pero siento que hay un básico rasgo de bondad en cada uno de nosotros. No creo en Dios, pero creo en esta ‘bondad’, como un tubo dentrode nuestros cuerpos. Puede ser alimentada. Siempre es mágica, por ejemplo cuando en una autopista sobrecargada de tráfico un extraño hace lugar para que alguien pueda cambiar de mano... es esperanzador”. Sobre ser entrevistado: “Es como ser arrinconado. Es vergonzoso. Por eso, no siempre digo toda la verdad. Me gusta jugar y burlarme un poco, así que doy información falsa sólo por el gusto de entretener y mentir. Así que si quieren saber algo sobre mí, no lean una entrevista. Ignoren ésta, también”. Otra Entrevista Peleas infantiles En las calles pobres de Los Angeles imperaba el desorden en aquellos días, y sólo sobrevivían los fuertes. Yo era un chico grande, huesudo y fuerte. Lo conseguí. El problema era que me gustaba. Me encantaba el impacto de los nudillos en los dientes, sentir el terrorífico rayo que te atraviesa el cerebro cuando alguien encaja uno limpio y tienes que procurar soltarte y recuperarte y saltarle encima antes de que acabe contigo. Soledad En los peores momentos, en la peor ciudad, si conseguía una habitación pequeña, si podía cerrar la puerta de esa habitación pequeña y estar solo en ella con la cama, la cortinita rota, empezaba a embargarme una sensación agradable; una serenidad singular. No tenía problemas conmigo mismo sino con los lugares de ahí afuera, con las caras de ahí afuera, con las vidas desperdiciadas y destrozadas: la gente que se conforma con la solución más barata y más fácil. Cerrar la puerta de mi habitación era una forma de decir no a todo eso. El alcohol Trabajas en un empleo de lo más asqueroso, llegas a casa de noche, estás cansado, ¿qué vas a hacer?, ¿ir al cine?, ¿poner la radio en una habitación de tres dólares a la semana? ¡Diablos, no! Te compras una botella de whisky y te la tomas, y bajas a un bar y quizá te metas en una pelea a puñetazos y conozcas a una zorra. Luego vas a trabajar al día siguiente y haces tus cosas. Soy un partidario del alcohol, te lo aseguro. Es necesario. EL sexo No sólo soy un tipo sucio. Tengo mucho de puritano. Por eso mis novias me dicen: “Santo cielo, eres casi un puritano, y escribes esas cosas...”. En el acto sexual, al hacer el amor, no suelo ser muy lanzado. Me molesta incluso hacerlo de día; ya sabes, la miras a los ojos, ella te mira a ti. Resulta un tanto incómodo. Menos mal que he conocido a una mujer que me está enseñando mucho sobre las relaciones sexuales, ya sabes, lo que quiere una mujer. Obedezco y disfruto. Así que estoy aprendiendo a edad avanzada. Supongo que he sido un desastre con muchas mujeres durante veinte o treinta años. Los Angeles Mi ideal de vida es aquí, donde están los proxenetas negros, donde suena la música, donde las máquinas de discos tocan en los bares, donde las luces están encendidas, ahí es donde hay vida. Estás en un tugurio bullicioso y algo está pasando. Creo que la degradación, los proxenetas y las prostitutas son las flores de la tierra. En esos tugurios hay una gran felicidad. Es animación. Cuando limpias la ciudad, la matas. La escritura No tengo idea de lo que voy a escribir cuando me siento a la máquina. Nunca me ha gustado el trabajo arduo. Y planificar lo es. Prefiero que salga del aire o de algún lugar situado detrás de mi oído izquierdo. He descubierto que me encuentro en un estado como de trance cuando escribo. A veces entra mi esposa cuando estoy escribiendo y grito. No porque la obra sea tan valiosa, o porque yo sea valioso, sino porque me despierto asustado. Las feministas No consigo entender qué las pone tan furiosas. Sólo me hace sonreír. No llego a entenderlo. He escrito una gran cantidad de historias de amor que son solamente historias de amor, nada más. Creo que esas no las leen. Luego, de vez en cuando, me atacan. Veo solamente la boca que se mueve y el odio. No sé por qué... de vez en cuando aparecen y tienen pinta de detestarme. La poesía La poesía siempre es lo más fácil de escribir, porque se puede escribir cuando uno está completamente borracho o completamente feliz o completamente desgraciado. Siempre se puede escribir un poema. Así que un poema es algo muy cómodo, es una expresión emotiva que salta afuera.

...para un gigante.1949

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